CLAUDIA CORDERO/ El Espacio de Cultural de Cine y Artes Visuales AC, informó acerca de su nueva exposición temporal; señalaron: El pintor Peter Müssig (Esslingen, Alemania, 1965) expondrá su Obra gráfica reciente en el Espacio Cultural de Cine y Artes Visuales (Eccavac, 8 Oriente número 401, en el Centro de Puebla), a partir de hoy 25 de febrero a las 17:45 horas, cuando sea inaugurada la muestra que incluye dibujos hechos con carboncillo, pastel y sanguina en papel, montados en cuadros de 70 por 90 centímetros, los cuales permanecerán podrán ser vistos, gratis, de lunes a viernes, de 9:00 a 19:30 horas, y los sábados de las 9:00 horas a las 15:00 horas, hasta el viernes 25 de marzo.
La obra de Müssig muestra, ante todo, retrato y paisaje, éste último realizado en la Sierra Mixteca, como el del cartel y la invitación de la exposición, un paisaje de Apoala, Oaxaca, la cuña de esa sierra, producto de un viaje este año realizado por el artista de Esslingen, quien ha escrito sobre su quehacer: «Una parte de mi trabajo es caminar mucho como un perro callejero.
«El recorrer calles por calles, valles por valles, campos por campos, barrancas por barrancas sin fin, en búsqueda de sus víctimas. Un trabajo agotador que en nuestros tiempos parece vaciado de sentido. Para mí no lo es.
«El material es reducido y pobre, buenos zapatos valen más que cualquier coche, pues caballete, papeles, lápices, carboncillos, plumilla, pasteles, tinta china, son materiales pobres.
«Hay que sentir la tierra, las piedras, el polvo, el sol, el viento, las espinas y el esfuerzo físico. Me dirijo por terrenos difíciles y peligrosos. De preferencia la Mixteca Poblana. Una región al parecer hostil a la vida. Seco, árido, desértico. Hoy zona de fuerte expulsión demográfica.
«Pero lleno de sorpresas y cosas inesperadas. Un terreno fértil para la imaginación. Lleno de vestigios prehispánicos. ¿Cómo podrían sobrevivir en terrenos tan difíciles? Malpaís. Pero su cultura es omnipresente a cada paso».
El artista.
Peter Müssig, nació el primero de septiembre de 1965 en Esslingen, Alemania. Comenzó su formación artística en 1982 con diferentes técnicas de pintura con Sybille Ritter, pintora de Esslingen.
En 1985, trabajó por primera vez con modelos desnudos. Un año antes, participó en la exposición colectiva Junge Kunst (Arte joven) en el palacio municipal de Esslingen.
En 1989 realizó su servicio social en una casa para indigentes en Stuttgart, en donde realizó una serie de retratos de los indigentes mismos. Estudió en la Escuela Pedagógica de Ludwigsburg Pädagogische Hochschule, con especialización en artes plásticas y pedagogía. En el mismo año participó en exposiciones colectivas en la galería de la escuela pedagógica de Ludwigsburg, así como en diferentes talleres (escultura, grabado, desnudo, etcétera) en el Werksstatthaus (casa-taller) en Stuttgart, donde también expuso colectivamente, así como también en el Arts & Craftscenter del cuartel militar norteamericano en Stuttgart (Tuscany paintings).
El año pasado impartió el taller de dibujo al aire libre de la Galería Res Contemporary Art, en Cuautinchán y expuso Consanguinario en el Centro Cultural Creciente de Puebla.
La línea o el trazo representan toda la vida hasta la tumba. Bailando, luchando, jugando, sufriendo, muriendo, naciendo. Pero todo queda en su imperfección, en su estado incompleto. El fragmento. Es la tarea del espectador de completar todo, de usar y entrenar su poder imaginativo. Aunque en el pasado usaba colores hoy brilla su casi absoluta ausencia. El negro implica todo. No siento necesidad. Ya es colorido.
Hay dos grandes enemigos del dibujante uno es el coche el otro es la silla. El coche es un espacio cerrado una especie de cárcel que impide la agudización de los sentidos. La velocidad destruye la percepción de los detalles. Todo se vuelve gris, color asfalto. No se siente el olor de la naturaleza que también influye. No se escucha los sonidos de la naturaleza, ríos, aguas, vientos, pájaros. No hay libertad de movimiento, muchos limites. Más que libertad es ilusión. No es movilidad real.
Eso permite de usar el cuerpo completo para desarrollar trazos energéticos e intensos. Respirar profundo es importante. Hay que moverse, acercarse, alejarse al trabajo. Me choca ver los estudiantes sentados, tensos, forzados, contraídos delante a modelos que ni ven y menos observan. Y así se ven los resultados. Un día van a morir sentados.
Hay que dirigir los ojos directo al modelo y no tanto a la hoja blanca. Hay que olvidar la hoja blanca. El lápiz tiene que tocar prácticamente la figura humana, el objeto o el paisaje que se está dibujando. Hay que relacionarse en modo muy directo con lo que se quiere representar.
Se funden dos mundos lo de lo imaginario y lo real. Pero hay muchas realidades. Cada persona tiene la suya. La dificultad como expresarlo y sacarlo. Cada objeto representado, sea humano o no tiene un mundo atrás que se esconde. La idea es hacerlo visible.
El arte visual convive con la literatura, la ciencia. Mi trabajo no es conceptual, es impulsivo y en parte informal, expresivo. Pero ya no hay espacio para -ismos. Se esconde atrás una mente turbulenta y viva. Amo el peligro y vivo el peligro, amo el arriesgo y vivo el arriesgo. No podemos vivir sin. Me gustan calles sin salidas que se pierden en la oscuridad. Me gustan barrancas que cierran todo. La intransitabilidad. Me gustan caminos sin camino. Me gusta la no salida.
El profundo pesimismo me da fuerza, poder y energía. Nos acerca a la vida y a la realdad. Por eso el pesimista es condenado al éxito.
No podemos vivir sin identidad cultural. Si se muere esto morimos nosotros. Hicieron un Oxxo de la antigua estación de Cholula. Eso es falto de respeto cultural e histórico. Es un símbolo de la «oxxodización» progresiva del país.