La generación de 1968 tenía la certeza y la confianza de que se podía cambiar al mundo, en cambio, los jóvenes de la actualidad viven en la incertidumbre ante un futuro que no promete nada, afirmó el historiador Enrique Condés Lara, durante el XII Encuentro de Estudiantes de Historia del Altiplano Central, que se realizó en el Edificio Carolino de la BUAP.
Durante la conferencia magistral “Los jóvenes del 68 y los jóvenes de hoy”, el coautor del libro “Asalto al cielo”, presentó una monografía de los protagonistas de los movimientos y protestas que marcaron la década de 1960, en comparación con los jóvenes de la actualidad.
Dijo que quienes pertenecen o pertenecieron a la Generación del 68 en todo el mundo, tenían muchos rasgos comunes aunque estuvieran muy distantes entre sí.
“Nacieron entre 1944 y 1953, período en el que terminaba la Segunda Guerra Mundial y transcurría la Guerra Fría; “esto quiere decir que vivieron su niñez y juventud inmersos en el auge de la guerra -cuyo peligro latente fue el armamento nuclear-, y el capitalismo”, explicó.
Fue la primera generación que legó su vida cotidiana y tiempo libre a la televisión, misma que marcó su desarrollo psíquico y biológico, y propició a su vez una cultura de consumo, que junto con el surgimiento de los anticonceptivos, los llevó a ejercer su sexualidad con libertad, recordó el escritor.
Los jóvenes de la época de los 60 creyeron que podían cambiar al mundo y volvieron sus enemigos iniciales a las restricciones, las deficiencias educativas y sobre todo, el despotismo y la falta de libertad, convirtiendo a lo rebelde y prohibido, algo atractivo, puntualizó.
Cuando finalmente protestaron “se les echó encima todo el mundo: las autoridades con operativos represivos, los medios de comunicación y hasta sus propios padres. Sin embargo, la impronta que dejaron en la sociedad persiste y se estableció en la cotidianidad”.
Que ahora los padres varones se ocupen de sus hijos como lo más natural del mundo, que se organicen desfiles lésbico-gays, que los jóvenes sean tomados en cuenta -no como simples menores de edad-, y que las mujeres ocupen espacios en la esfera pública, “son algunos de los resultados de los procesos que surgieron en aquella época”, subrayó.
Por otra parte el historiador aseveró que la generación actual -los nacidos en los tres últimos lustros del siglo pasado-, no conocieron la guerra fría, “más bien han crecido en medio de la reestructuración social, resultado de la caída del bloque socialista”.