- El joven comparte su experiencia en la planta automotriz, una que, según sus coordinadores, sienta un precedente para el alumnado de Ciencias e Ingenierías.
A Juan Pablo Velázquez Lobatón (Puebla, 24 años) le gusta pensar en grande. Cuando comenzó a estudiar la Licenciatura en Ingeniería Industrial en la IBERO Puebla aceptó el reto de ampliar sus horizontes y trabajar en la parte administrativa. Al buscar opciones para sus prácticas profesionales, se postuló para entrar a Volkswagen de México. Y cuando entró, se convirtió en uno de los mejores becarios del programa Top Project.
El joven, que se encuentra en la recta final de sus estudios profesionales, fue reconocido entre los cinco mejores practicantes de la automotriz gracias a su propuesta para la administración de componentes críticos, misma que desarrolló mientras se desempeñaba en el área de compras.
“Mis prácticas fueron meramente en una oficina”. El exjugador de futbol americano asumió su inexperiencia y se dejó atrapar por el rigor de una de las industrias pilares de la economía poblana. “Es un área administrativa que me llena de mucha pasión. Es impresionante qué tan vital es el trabajo de un comprador [y cómo] puede influir en la producción”.
Juan Pablo no es ajeno al trabajo con grandes empresas. Hijo y nieto de ingenieros, ha brindado servicios de consultoría junto a su familia y llegó a ser finalista en el Programa EMA de Audi México. Su mérito con la armadora alemana destaca si se recuerda que más de 2,800 estudiantes llegan a entrevistarse para obtener una de las 120 plazas disponibles.
Así lo comenta la Mtra. Valeria Villafañe Mendoza, jefa de Prácticas Profesionales de la IBERO Puebla: “[Juan Pablo] genera un precedente para sus compañeros que se van a postular a Talento Joven; van a dar más de lo que les están pidiendo”, como es la esencia del magis ignaciano que caracteriza a la Institución. “Nunca habíamos tenido la oportunidad de quedar en el top 5 de proyectos”.
La oficina de Prácticas Profesionales de la Universidad Jesuita ha implementado diferentes estrategias para que sus estudiantes se vinculen con diferentes espacios laborales. Antes de la pandemia, las empresas visitaban el campus en jornadas de reclutamiento. En tiempos recientes, se han implementado espacios híbridos de meet and greet.
Gracias a sus aportaciones al funcionamiento de la automotriz, Juan Pablo logró extender su estancia de seis meses a un año. Según comenta el Mtro. Enrique Villa Álvarez, director del Departamento de Ciencias e Ingenierías de la Casa de Estudios, el alumnado aprende a descubrir sus propios talentos para convertirse en agente de cambio.
Comenta quien fuera coordinador de Ingeniería Industrial hasta hace unos meses: “Buscamos hacer cursos proactivos, dinámicos, donde nuestros estudiantes puedan hacer algún proyecto, generar alguna mejora o analizar algún caso específico de una empresa”. Para ello, el departamento ha buscado que sus profesores tengan presencia activa en la industria y transmitan experiencias profesionales de primera mano.
Con su diploma entre las manos, Juan Pablo Velázquez Lobatón analiza sus posibles caminos una vez que concluya sus estudios. Mientras espera la confirmación de algunas empresas interesadas en su talento, no descarta emprender su propio taller de trabajo metalúrgico.