En la Época de Oro del cine Mexicano, la mujer era representada de dos formas: como devoradora de hombres o madre sumisa y dispuesta al sacrificio; estos estereotipos marcaron al cine nacional de esa época que fue la de mayor auge para el cine mexicano, señaló la Doctora, Josefina Manjarrez Rosas, durante el «XII Encuentro de Estudiantes de Historia del Altiplano Central», que se realiza en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).
Al participar en la mesa «La representación de las mujeres en el cine nacional», la académica del Colegio de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la Institución, señaló que si bien el Cine de Oro tuvo un gran desarrollo, también marcó la imagen de la mujer mexicana, como la madre que daba vida, pero que también podía destruirla.
«Un arquetipo que marca la figura femenina y que coloca a las mujeres en esos dos extremos: la buena que siempre era el ama de casa o la mala que aprovechaba su cuerpo, fue una constante obsesión en el cine mexicano», donde se manejaba un discurso construido.
Manjarrez Rosas considero que «es importante conocer, analizar y comprender a través de imágenes y fragmentos de películas, el papel que desarrollaban las mujeres en la Época de Oro, sin embargo, no solamente basta con verlas, sino saber, qué dicen, quién lo dice y por qué, para así poder establecer con mayor claridad el significado de los estereotipos que se manejan».
Tomó como ejemplo películas como: Una Familia de tantas, La Devoradora, Oveja Negra, Enamorada y La Soldadera, que «revelan temas sensibles a través del lenguaje cinematográfico y provocan una gran identificación entre mujeres que aún tienen este estereotipo en el mundo actual».
Al analizar estas cintas, dijo a los estudiantes de historia y áreas afines que participan en el Encuentro, podrán identificar claramente los papeles femeninos, desde la dama devoradora, la madre pura, la rumbera y la esposa desvalida, entre otros, que eran los personajes preferidos en el cine mexicano de aquella época.