
Los síntomas que anteceden a un infarto al corazón dependen mucho de cada persona. Hay ocasiones en que no se presenta ningún dolor hasta el momento mismo del infarto, sin embargo, en la mayoría de los casos el paciente comienza por experimentar dolor agudo en el lado izquierdo del pecho que desciende por el brazo.
La doctora Beatriz Villegas González, cardióloga del Hospital de Especialidades «San José, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Puebla, explicó que un porcentaje importante de pacientes, también puede experimentar otro tipo de síntomas como dolores «raros» en el centro o la parte derecha del pecho, en ambos brazos, hombros, espalda, ponerse pálido, palpitaciones rápidas, desmayarse o sentir falta de aire.
«Generalmente son dolores muy agudos, pueden pasar muy rápido, no necesariamente son dolores prolongados, pueden ser repetitivos, cortos y generalmente relacionados a algún esfuerzo», dijo.
La especialista mencionó que el riesgo de sufrir un infarto al corazón está ligado, en la mayoría de los casos, al tipo de vida que llevamos, especialmente al hábito de alimentación, al sedentarismo, la obesidad, al consumo excesivo de alcohol y tabaco y, en menor medida, a factores genéticos.
La ingesta de grasas no saludables para el organismo provoca incrementos en los niveles de colesterol, triglicéridos y azúcar en sangre, que a su vez pueden desencadenar una trombosis coronaria que obstruyen las arterias y llegan a producir un infarto al corazón.
La doctora Villegas señaló que los infartos en personas jóvenes se están presentando con mayor frecuencia. El hombre joven en comparación con un adulto mayor tiene menos desarrollados los pequeños vasos que intercomunican a las arterias del corazón, lo que ocasiona que alrededor del 50 por ciento de los infartos en hombres jóvenes (entre 30 y 45 años de edad) sean fatales debido a que en la mayoría de los casos se obstruye la arteria más grande del corazón, la arteria descendente anterior.
Refirió que los infartos se presentan en mayor proporción en varones que en mujeres jóvenes debido a que en esta edad la mujer se encuentra todavía en etapa reproductiva y produce determinadas hormonas como los estrógenos que ayudan a mantener saludables las arterias y controlar los niveles de colesterol. Sin embargo, pasando los 50 años, la mujer tiene mayores probabilidades que el hombre de sufrir alteraciones en las vías coronarias y por consiguiente, un infarto al corazón.
La especialista mencionó que en el Hospital de Especialidades «San José» del IMSS, se realizan diversos tipos de intervenciones quirúrgicas para tratar este padecimiento, como la angioplastia en la que se abre la arteria por un procedimiento llamado cateterismo.
Finalmente, la doctora Villegas recomendó hacerse revisiones periódicas, por lo menos una vez al año, y analizar si hay antecedentes de infarto en la familia que indiquen alguna carga genética.