Sanaa.-Los ataques de la coalición árabe contra esta ciudad capital de Yemen comenzaron con las primeras luces de hoy en la zona del palacio presidencial, donde se escucha el inconfundible estallido de las bombas y cohetes al estallar.
La violencia del conflicto aumentó varios grados tras el bloqueo de los puertos yemenitas para impedir la llegada de abastecimientos a Ansar Allah, el movimiento armado huti, y las tropas leales al expresidente Alí Abdullah Saleh, que combaten a los partidarios del presidente Abd Rabu Mansur Hadi.
Contra lo que podría pensarse dada la situación, la vida retoma su curso habitual apenas se alejan los aviones, excepción hecha del curso escolar, suspendido por El Comité Revolucionario que administra los asuntos cotidianos para evitar riesgos a los estudiantes.
La suspensión de las actividades docentes se extenderá una semana, aunque es probable que sea renovada ante la inexistencia de indicios de una suspensión de los bombardeos y la persistencia de una crisis que tiende a alargarse a falta de entendimiento entre los rivales.
Tanto las dependencias gubernamentales, como los establecimientos comerciales y talleres, continúan sus labores y en el centro de esta capital son frecuentes los embotellamientos del tráfico.
Las autoridades advirtieron a la población del peligro por proyectiles sin explotar de un arsenal atacado por la aviación de la alianza militar árabe que apoya al presidente Abd Rabu Mansur Hadi, integrada por cinco de los seis países miembros del Consejo de Cooperación del Golfo, más Egipto, Sudán y Jordania.
El CCG está conformado por Arabia Saudita, que lidera la intervención militar; Bahrein, Emiratos Arabes Unidos, Kuwait, Qatar y Omán, que se ha abstenido de aportar medios.
Las legaciones de Rusia y China, que iniciaron la evacuación de parte de sus súbditos, siguen abiertas en esta capital y a cargo de embajadores, al igual que las de la India, Indonesia, Corea del Sur, Argelia, Palestina, Iraq, Libia, Eritrea, Etiopía, Djibouti, Malasia e Irán.
En la ciudad sureña de Aden la situación es más compleja a causa de los combates entre Ansar Allah, movimiento armado de la tribu huti y fuerzas del Ejército leales al expresidente Alí Abdullah Saleh que han proseguido su avance.