La Auditoría Superior de la Federación (ASF) exhibió la millonada de recursos que gastan diputados y senadores sin rendir cuentas, por lo que demandó reglas para controlar estos fondos que reciben los grupos parlamentarios cada mes.
En una revisión de desempeño, el organismo detectó que las bancadas del Senado y la Cámara de Diputados gastaron 12 mil 546 millones de pesos entre 2012 y 2018, periodo que corresponde a las legislaturas 62 y 63, sin llevar registros contables para conocer el destino de los recursos.
Y aunque en la actual Legislatura el Senado redujo la asignación de fondos a las bancadas al pasar de 848.3 millones en 2018 a 535 millones en 2019, mantuvo la discrecionalidad y el gasto entre opacidad, destacó el organismo.
«Se recomienda que la Cámara de Senadores, por conducto de la Dirección General de Pago a Senadores, incorpore en la Norma Administrativa en materia de asignaciones a grupos parlamentarios, los tipos de asignaciones, su finalidad y en que conceptos pueden ser destinadas.
«Asimismo, las responsabilidades en cuanto a la conservación de la documentación relativa a la asignación, comprobación y justificación de los recursos», planteó la ASF.
En el periodo auditado, reportó el organismo, los grupos parlamentarios del Senado recibieron 6 mil 606 millones de pesos sin que se acreditaran criterios para regular una eficiente y honesta administración de los recursos.
Por su parte, durante el primer año de la actual Legislatura, la Cámara de Diputados desembolsó 845.9 millones de pesos entre las bancadas.
Mientras que en el periodo contemplado en la revisión de la ASF, los grupos parlamentarios en la Cámara de Diputados recibieron 5 mil 940 millones 543 mil pesos, de los cuales tampoco hubo transparencia.
«Se recomienda que la Cámara de Diputados, mediante el Comité de Administración, defina los criterios con los cuales se otorgan los montos del gasto a los grupos parlamentarios por subvenciones fijas, variables y apoyos económicos, así como los conceptos en los que éstos pueden ser destinados y los procedimientos para administrarlos, a fin de que se destinen con eficiencia y transparencia», sugiere la ASF.