Nico Terol ha tenido que dividir sus tres semanas de vacaciones. La primera, la dedicó a descansar en las playas tinerfeñas. El resto tuvo que ponerse las pilas. Su meñique derecho, operado tras el gran premio de Holanda, sigue amoratado, algo inflamado, y falto de la flexibilidad que tuvo cuando estaba sano. Además, el piloto ha tenido que trabajar en mejorar el hueso del gancho, donde tiene una fuerte contusión aún desde aquella carrera en Assen y una minifisura, que cuesta más de curar y le da más fastidio a la hora de pilotar que su lastimado meñique. Pero como todo esfuerzo tiene su recompensa, el de Alcoy se ha adjudicado, feliz, el mejor tiempo de la sesión de clasificación de este sábado, gris, nublado, en Brno.
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Quinta ‘pole’ para Terol
