A la artista mexicana Ana Fuentes, la pintura le ha dado la oportunidad de conocerse a sí misma, de centrarse y ubicarse en el mundo. “Creí sería un hobbie, pero es mi vida, una disciplina en la que se conjugan la mente, el espíritu y el cuerpo”.
La creadora originaria de Torreón, Coahuila, exhibe sus más recientes creaciones en la galería Estación Coyoacán Arte Contemporáneo a través de la muestra Dolor exquisito, integrada por 18 piezas pintadas al óleo y de formato mediano en las que aparecen de forma recurrente niñas, figura característica en la obra de Fuentes.
Al mirar las pinturas, creadas en los últimos ocho meses, el espectador se encontrará con una niña valiente sobre la cuerda floja, la inteligente que quiere aprender a levitar, a una niña tocando el clavecín, en reunión familiar, así como autorretratos basados en fotografías de la infancia de la creadora.
Fuentes comentó que Dolor exquisito es un montaje emotivo con un carácter íntimo, cuyos cuadros los describió como nómadas, pues los pintó en diferentes localidades: Jalapa, Puerto Vallarta y Austin, terminándolas en su estudio de la Ciudad de México.
Explicó que las obras surgieron a raíz de una ruptura amorosa, acontecimiento que le resultó doloroso, por lo que el proceso de trabajo fue una búsqueda de sentido y de re encontrarlo dentro de la pintura.
“Con estas obras planteo cómo la pintura representa o ayuda a expresar un momento en el que te sientes en pausa. En ella se habla de la capacidad del arte en ser espejo y en convertir todas las emociones en belleza, en algo que tenga significado”.
Apuntó que el título del montaje lo tomó prestado a la artista conceptual francesa Sophie Calle, quien tuvo una exposición homónima donde narra 92 días previos a una ruptura, añadió que antes de este título pensó en el de Pinturas de un tiempo congelado, título de un libro del poeta Czeslaw Milosz.
La creadora dijo que en las 18 piezas expuestas presenta una pintura más suelta empleando la figura de niñas, ya que quiso partir de una mirada pura de la infancia y de asombro, en donde todo es posible.
“El pintar niñas ha sido una obsesión para mí, desde siempre las he pintado y me ha parecido una figura bella, que, aunque parezca la misma siempre es distinta. Estos ocho meses lo que viví al pintar fue una ventana a la libertad, porque empecé a deshacerme de la forma, pues mi propuesta se acerca al realismo absoluto.
“Me cuestioné la rigidez en la que creo me estaba encasillando, rompí con un canon que había aceptado como único y me di la oportunidad de ser más libre, de abordar temas desde otra perspectiva. Creo me encuentro en un momento importante donde la vida personal tiene influencia en el trabajo”.
Apuntó que en algunas de las obras la figura de la niña no se ve del todo completa. “Ya no tengo miedo de que la representación no sea realista, ahora se puede ver siluetas que pienso también tienen fuerza, porque permito que el espectador desarrolle su propia historia”.
En ese sentido, agregó que el espectador ve una pintura desde su historial personal, cultural o intelectual, y es terminada por él. “Creo abro la oportunidad a que cada quien escriba su historia en el cuadro”.
Añadió que nunca ha pintado pensando en un público, pero que llego a hacerlo pensando en los galeristas. “Aprendí a no escucharlos y a hacer sólo lo que quiero, no es que sea ahora un capricho, sino de ver hasta donde se pueden extender los límites, romper y descubrir las posibilidades de creación”.
Respecto a la técnica y los colores con los que trabajó, Fuentes manifestó tener predilección por cierta paleta que le ayuda a crear una atmosfera de sueño, magia y profundidad. “Puede que tenga preferencia por algún color, pero no puedo explicar por qué, creo que eso es muy visceral e inmediato, el cuadro dialoga conmigo y parece decirme por dónde”.
La exposición Dolor exquisito estará abierta hasta finales de enero 2018 en la galería Estación Coyoacán Arte Contemporáneo, localizado en Francisco Ortega No. 23, esquina Carrillo Puerto, en Coyoacán. Horarios: lunes a domingo de 11:00 a 20:00 horas. Entrada libre.