El papa Francisco externó su dolor ante la muerte de decenas de migrantes en Texas, Estados Unidos, y Melilla (donde se ubica una valla fronteriza que divide a la ciudad española con Marruecos), por lo que pidió que desgracias como estas no sucedan de nuevo.
“He recibido con dolor las noticias de las tragedias de los migrantes en Texas y en Melilla”, comentó el Pontífice en su cuenta de Twitter, y solicitó orar juntos por las personas que han fallecido “mientras perseguían la esperanza de una vida mejor”, agregó.
En los dos hechos, suman más de 70 migrantes fallecidos tras abandonar sus países de origen en la búsqueda de mejores oportunidades y condiciones de vida (50 en Texas y más de 20 en Melilla).
El lunes 27 de junio, se dio a conocer el hallazgo de un tráiler en la ciudad de San Antonio, Texas, en Estados Unidos, en el que viajaban migrantes en condiciones de hacinamiento. En estos hechos, 50 personas han fallecido hasta el momento y otras 16 fueron trasladadas a distintos hospitales para recibir tratamiento médico.
Del total de los migrantes que perdieron la vida, 22 eran de nacionalidad mexicana, siete provenían de Guatemala y dos eran originarios de Honduras, según información proporcionada por autoridades estadounidenses y el Gobierno de México.
Sin embargo, aún se desconoce la nacionalidad de las 19 personas restantes, las cuales habrían muerto por asfixia y deshidratación, de acuerdo con los primeros reportes. Entre los migrantes que resultaron heridos, cuatro eran menores de edad, de los cuales dos se identificaron como guatemaltecos.