- Ernesto Zazueta, Presidente de la AZCARM, señala que las autoridades tienen mucha prisa por declarar el fin de la contingencia.
- No se ha querido reconocer que la agricultura y la ganadería promovida por programas de gobierno han ido dejando a los monos saraguatos con cada vez menos hábitat de calidad que les permita soportar las inclemencias del clima. Esto solo será el comienzo.
Ante la muerte de más de 280 monos saraguatos en el sureste de México, la Asociación de Zoológicos Criaderos y Acuarios de México (AZCARM) instaló en la ciudad de Comalcalco, Tabasco, un campamento permanente para contribuir a mitigar la emergencia ambiental, atendiendo el llamado de las comunidades locales.
«Especialistas de la AZCARM estuvieron presentes en el lugar de la emergencia desde que se reportaron los primeros decesos. Posteriormente, tras muchos llamados que hicimos, llegaron las autoridades las cuales han mostrado mucha prisa por declarar terminada la emergencia, aunque hay lugares que nunca visitaron”.
“A nosotros las propias comunidades locales nos han pedido que instalemos este campamento para atender a ejemplares dañados, rehabilitarlos y reintegrarlos a sus hábitats cuando se recuperen al 100%, y también para seguir realizando necropsias a los monos fallecidos para poder entender a fondo y con precisión las causas de estas lamentables pérdidas», señaló Ernesto Zazueta, Presidente de la AZCARM
indicó que efectivamente es un hecho que las olas de calor aunadas a la grave destrucción de las selvas de nuestro país están siendo factores determinantes para la afectación a la salud de los monos saraguatos, pero destacó que, aunque no se quiera aceptar, hay programas del propio gobierno que han afectado a los hábitats más de lo que los han restaurado.
“Es increíble que la autoridad no piense ni prevea que las causas de fondo de esta emergencia siguen presentes, es mucho más que las altas temperaturas. Los ecosistemas están profundamente degradados por la ganadería y por un factor que, aunque busca ser ecológico y beneficiar a las comunidades no ha tomado en cuenta a la fauna silvestre, se trata del Programa Sembrando Vida, con el que se han talado muchísimos árboles aseverando “que no sirven para nada” para plantar otros que no necesariamente permiten la supervivencia a largo plazo de la fauna local como los monos saraguatos. No estamos en contra de los programas de gobierno que ayuden a la gente, pero todavía no se ven los efectos colaterales de promover la expansión de la frontera agrícola”, indicó Ernesto Zazueta.
En este sentido, añadió que las autoridades ambientales del próximo gobierno, tendrán que desarrollar e implementar un intenso programa para frenar la destrucción de las selvas por el sector ganadero y agrícola; especialmente los que promueven estas actividades sobre la preservación de los ecosistemas naturales.
Y es que acuerdo con el Instituto de Ecología en México (INECOL) la ganadería ocupa aproximadamente 1.1 millones de kilómetros cuadrados. Es decir 56% de la superficie nacional, excediendo el potencial ganadero que constituye el 46% de la superficie. Estiman que desde el 2002, esta actividad ya superó la capacidad de carga de los ecosistemas en 24 estados del país provocando la degradación y la fragmentación de bosques y selvas.
“Animales como los monos literalmente ya no tienen árboles adecuados ni para resguardarse ni para alimentarse, y con estas altas temperaturas, simplemente sus organismos no resisten. Por ello varios especialistas de la AZCARM instalamos este campamento en Comalcalco, porque las altas temperaturas continuarán a lo largo de la República con 40 y hasta 45 grados centígrados en los estados de Oaxaca, Veracruz, Tabasco, Campeche y Yucatán”, advirtió.
Finalmente, el Presidente de la AZCARM hizo un llamado a las autoridades ambientales a que eleven esta situación a emergencia ecológica, para que de una vez por todas implementen protocolos adecuados para atenderla con una sólida estrategia, suficiente presupuesto y personal especializado. Pero, además, para que se diseñen acciones a largo plazo, pues de lo contrario solo la estarán conteniendo temporalmente la pérdida de esta especie en riesgo de extinción.
«Esto es muy delicado, no solo se trata de irse a tomar fotos y estar contabilizando las muertes y tratar de minimizar el problema, esta emergencia debe atenderse como lo que es, una consecuencia de la implementación de políticas que no son acordes con la preservación de los ecosistemas. Hay un absoluto abandono de las políticas en contra del cambio climático, en este sexenio se han desmantelado las capacidades de las instituciones hasta convertirlas en entes inoperantes. Ahorita son los monos, pero si la degradación de los hábitats continúa la extinción de especies podría crecer aún más en nuestro país y de manera más acelerada» concluyó Zazueta.