Un grupo de no más de 50 aspirantes rechazados del proceso de admisión de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), marchó del Gallito a Casa Aguayo para exigir al gobierno estatal recursos para ampliar la capacidad de la institución.
Jacqueline Vargas, del Frente Estudiantil por una Educación para Todos, desestimó que las becas que el gobierno estatal, en coordinación con universidades privadas pueda ser una verdadera opción para los rechazados y exigió cobertura universal.
Indicó que el movimiento exige la apertura de matrícula de nuevo ingreso, no solo en la BUAP, sino en todas las instituciones públicas de educación superior del estado y, consideró que en éste hay apenas la participación de 50 integrantes, sin embargo confió en que con el paso del tiempo se sumen más rechazados a las movilizaciones y bloqueos a las principales vialidades que organizarán de ser atendidas sus demandas.
Justificó la necesidad de que se amplié la capacidad del sistema educativo superior nacional, bajo el argumento de que, “al no ser aceptados a una universidad pública, la única opción para los jóvenes es meterse a una universidad privada con altos costos o ir a vender chicles o sumarse a las filas de la delincuencia, al narcotráfico, no se puede pedir promedios y decir tu porque eres inteligente entras y tu porque no lo eres, no”, aseveró.
Además, indicó que hay la voluntad de sumarse al movimiento nacional que los casi 190 mil rechazados de la Universidad Nacional Autónoma de México están organizando en demanda de cobertura universal para la educación superior pública del país.
Cabe destacar que la marcha inició en el reloj de El Gallito para trasladarse hacia el Congreso del estado y, posteriormente acudieron al edificio Carolino, sede de la BUAP y, posteriormente a Casa Aguayo para exigir a rectoría y al gobierno del estado los lugares necesario para darle servicio educativo a totos los jóvenes que no lograron tener ingreso en la máxima casa de estudios del estado.
ARTURO CRAVIOTO