La debilidad del peso complica las transacciones con empresas mexicanas al subir los precios en moneda local de adquisiciones en el exterior o crear ofertas imprevistas para compradores extranjeros.
Ello incluso provoca el retraso de operaciones.
En junio, cuando Coca-Cola Femsa, con sede en Ciudad de México, y su socia Coca-Cola Co. acordaron adquirir AdeS, la unidad de bebidas de soya de Unilever, con sede en Londres, por 575 millones de dólares, la transacción se tasó en 10 mil 600 millones de pesos.
Ahora, el costo denominado en pesos es cerca de nueve por ciento más alto.
En otro caso similar, el Grupo Lala dijo en mayo que compraría ciertos activos de Laguna Dairy en Estados Unidos por 246 millones de dólares.
La debilidad de la moneda le subió más de 10 por ciento el precio en pesos a la productora de lácteos, según informó el diario El Financiero.
‘Todos esos acuerdos se hicieron en dólares estadounidenses porque la mayoría incluye empresas de Estados Unidos’, dijo Manuel Jiménez, director de análisis de Grupo Financiero Banorte.
‘Es probable que cualquier operación pendiente tenga que tener en cuenta los efectos cambiarios’, apuntó.