+ NO SE VALE… ¡¡CARAJO!!: EDUARDO RIVERA
+ EUKID CASTAÑON, AVE DE TEMPESTADES
Luto en la Policía Estatal poblana.
Cuatro elementos fueron emboscados y asesinados a balazos.
Y, más de una semana después del artero crimen hay silencio oficial; y claro, ninguna persona detenida.
Por lo menos nada se ha informado de la investigación.
Vaya, ni siquiera a los familiares.
Así, la postura del gobierno genera especulación.
Recordemos.
El domingo 28 de abril, se dio a conocer que la madrugada de ese día, a bordo de una camioneta policial, un número no determinado de uniformados, salió del poblado de San Francisco Terrerillas, donde fueron a una diligencia y detuvieron a un civil sorprendido en poder de equipo táctico, con rumbo a Chignahuapan, la cabeza municipal, distante 18 kilómetros.
Alrededor de las 4 horas, en un lugar no determinado de la carretera o del camino de brecha, no se específica el tipo de vía de comunicación, los policías estatales fueron emboscados por un grupo de delincuentes que los agredió, disparando en su contra con armas de grueso calibre.
En la balacera resultaron muertos cuatro policías y dos más con heridas de bala.
Se afirma que varios de los agresores, se menciona hasta cuatro, quedaron sin vida en el lugar y que los pistoleros se llevaron los cuerpos y que abandonaron dos camionetas.
Y nada se dice del presunto detenido que, al parecer, logró darse a la fuga.
Ahora bien.
La pregunta inocente: ¿a qué autoridad judicial o administrativa respaldaban, en horas inhábiles, los policías en la diligencia que se menciona?
Y la de fondo: ¿Sus superiores desconocían de la comisión y negaron ayuda al momento de la agresión?
Porque resulta infantil aceptar que se desahogó una diligencia en horas de la madrugada.
También, es imposible creer que un detenido, si es que existió, viajara en el vehículo oficial sin el aseguramiento que dicta el protocolo de seguridad (esposado).
Además, durante el tiempo transcurrido, quizá varias horas, desde el inicio de la agresión hasta la huida de los pistoleros, liberado al detenido y llevándose los cadáveres de sus cómplices, ninguna corporación, llámese Ejército, Seguridad Nacional o Policía Municipal, proporcionó respaldo a los Estatales.
Recordemos que la cabecera municipal, Chignahuapan, se encuentra a menos de 18 kilómetros del lugar de los hechos, lo que sugiere que es un camino de brecha de difícil acceso o que los Policías estatales no llevaban ningún aparato moderno de comunicación para pedir ayuda.
En fin.
Son muchas más las incógnitas, sin duda.
Así, la autoridad está obligada a aclarar plenamente la agresión y el homicidio de los cuatro policías estatales y las lesiones a dos uniformados más.
En cualquier caso, la política de “abrazos no balazos”, es y ha sido invitación a la delincuencia organizada, en su vertiente Huachicol, para que sentara sus reales en esa franja de la sierra norte de Puebla y sur Veracruz.
No olvidemos que, por hoy, está un juego un bien mayor… ¡¡las elecciones!!
Y la ciudadanía, en toda la entidad, por cierto, tenemos derecho a la paz y a la tranquilidad para que, sin presiones, emitamos nuestro su voto el próximo 2 de junio.
A partir de hoy… ¡¡restan 28 días!!
¿O no?
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ATENTAN CONTRA DON EDUARDO RIVERA
Tiene razón don Eduardo Rivera Pérez.
No se vale… ¡¡carajo!!
Así, con coraje y enjundia, respondió el candidato de la oposición al Gobierno de Puebla, luego de conocer, el sábado pasado, el atentado de pistoleros en su contra.
Luego, calmado, un día después calificó el hecho de… ¡¡cobarde!!
Hasta el momento, se sabe que los presuntos responsables, en número no determinado, ingresaron a un domicilio equivocado, junto al que habita en el fraccionamiento Zavaleta, y lamentablemente lesionaron, con disparos de arma de fuego, a personas inocentes.
Debemos reconocer la oportuna intervención de la Policía Municipal, lo que dio como resultado la detención de dos personas, un hombre y una mujer.
El resto de pistoleros, si los hubo, logró fugarse en otros vehículos.
Sólo resta esperar que la autoridad estatal no justifique el acto como un montaje y culpe a los periodistas opositores; o bien, que afirme que se trató de un malogrado robo a casa habitación e inventen una historia de ciencia ficción para justificar la política de “abrazos, no balazos”.
O quizá se pida, que el candidato de la oposición don Eduardo Rivera Pérez, aporte datos para probar que el atentado fue en su contra y en el marco del proceso electoral.
… ¡¡sería el colmo!!
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APUNTES de tinta china
DON EUKID CASTAÑON HERRERA, como en la tauromaquia, parece ser el Ave de las Tempestades de las elecciones en Puebla. Su contratación la disputan las dos coaliciones contendientes. Unos lo defienden y lo acusan, otros lo acusan y lo defienden; así, esta paradoja se asemeja al orden que al mismo tiempo es caos. Y tiene su aderezo ¿atípico?. Goza, al parecer, del beneficio de la medida cautelar de la libertad domiciliaria; es decir, por disposición judicial no debe salir de su domicilio; y sin embargo se reúne con grupos de amigos en lugares públicos, según afirman los espías que espían al espía favorito ¡oh paradoja! de los grupos contendientes que, en Puebla, disputan electoramente el poder público. La solución podría ser que, quien tenga interés y lo pruebe, denuncie que don Eukid Castañón Herrera, está violando el beneficio que le otorgó la autoridad jurisdiccional, y que sea la Fiscalía la que, oficialmente, solicite que sea revocada la prisión domiciliaria, en caso de haberse autorizado la misma, por supuesto. Pero Don Eukid Castañón Herrera, es más listo que los grupos opositores y oficiales y que el Estado mismo; la información política en su poder lo respalda, considera mi compadre Prudencio, aprendiz de espía… Y, ¡¡BASTA YA!!… por hoy.
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Para comentarios, mail: jrafael_oliver@yahoo.com.mx
MD José Rafael Velasco Oliver