Benzema se convirtió en una amenaza constante para Víctor Valdés durante la primera parte de la ida de la Supercopa. En los 15 minutos iniciales hizo dos remates entre los tres palos. Después le dio el primer gol a Özil tras una jugada de habilidad en la que desbordó a Adriano y Abidal. Al cabo, se convirtió en el futbolista que más remató. Pero su despliegue no fue suficiente para satisfacer a José Mourinho, que desde el banquillo hizo aspavientos cada vez que falló.
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Benzema resiste la corrosión