
Con la estrepitosa derrota de las Aguilas del América ante los Jaguares de Chiapas fue la gota que derramo el vaso y por consiguiente la salida del timonel Carlos Reinoso que al término del encuentro entregó su renuncia a la directiva, aceptó y este día iniciaran los trámites para encontrara al sucesor en el banquillo y logre los resultados decorosos.
La zona defensiva fue un hueco sin alma sobre el Víctor Manuel Reyna y lo que quedó en evidencia en sus últimos cuatro juegos, este sábado se maximizó: se mueven a destiempo, no se entienden, no coordinan.
La saga defensa de Coapa ha sido, prácticamente, diferente en cada uno de los nueve duelos que se han jugado en el torneo ya sea por lesiones, ausencias por convocatoria a selecciones, etc, pero la incapacidad para moldear y unir la zona es evidente. Ante Chiapas saltaron al campo Aquivaldo, Oscar Rojas, Paul Aguilar y Jesús Molina.
América fue dinámico y tuvo el balón la mayor parte del tiempo, sin embargo con tantas carencias en la defensa, Jaguares los sepultó con latigazos de futbol.
Chiapas es un grupo hecho. De ofensiva poderosa y llena de variantes, y recursos. Franco Arizala tiene profundidad, Jorge Rodríguez pulmones, Luis Gabriel Rey técnica, pero en especial Edgar Andrade, esta tarde, ha enseñado maneras de líder, de ‘kaiser’ con y sin el balón. Hizo dos goles y asistió otro.
Bien pronto, a los siete minutos, Andrade dejó ver sus condiciones y las de Chiapas. Luego de un potente tiro de Jorge Rodríguez, contrarremató y abrió el marcador.
Los de Coapa, adelante, dieron un partido de movilidad y generaron oportunidades, principalmente a través de Benítez que anotó el gol de la igualada a los 25 minutos y contó con una triada más de chances de marcar, también Daniel Márquez contó con un par más.
Pero Chiapas llegó encendido al encuentro y no necesitó la posesión ni la posición del balón para hacer daño. Con velocidad y la gran intención de toque de Arizala y Andrade le bastó.
A los 29′, Vádez aprovechó un largo servicio de Esqueda y disparó cruzado y raso, y a los 42′, Arizala, tras un gran pase de Andrade y con un hombre encima, puso el 3-1.
América ganó algo de cohesión y llegada con el ingreso de George Corral en la segunda mitad. Desde ahí vino su segundo tanto. Corral dio por la banda derecha a Rosinei que extendió el balón y Montenegro, con un estupendo tiro, anotó a los 46′.
Pero la combinación Arizala-Andrade fue mortal y fulminante, y los espacios dejados por América suficientes. A los 57′ el colombiano se coló por derecha y Édgar volvió a fusilar.
Cuatro minutos después, Montenegro hizo su segundo de la noche, manotazos desesperados de quien se quema, y por un momento dejó una visión, equivocada, de paridad.
El juego siguió y la calidad de Jackson Martínez se unió al espectáculo, y América se fue disolviendo en sí mismo pese a un enorme esfuezo físico.
A los 87, Martínez despedazo el eslabón que aún unía a las Águilas y dejó las cosas claras: Chiapas fue muy superior.