Acapulco.-El estado mexicano de Guerrero estrenó hoy nuevo gobernador que enfrentará viejos problemas, entre ellos el de la seguridad, con la prometida ayuda del gobierno federal.
Héctor Astudillo juró como nuevo gobernador de este estado del suroeste del país, uno de los de mayor conflictividad social, pobreza y donde desaparecieron los 43 normalistas de Ayotzinapa en septiembre de 2014.
Miembros del Ejército y la Policía Federal formaron varios anillos de seguridad en torno a la sede del Congreso local en la capital estatal, Chilpancingo, que en el pasado ha sido escenario de protestas violentas de maestros y normalistas, entre otros sectores sociales.
Astudillo recobró para el Partido Revolucionario Institucional (PRI), del presidente Enrique Peña Nieto, la gobernatura del estado, que perdió el Partido de la Revolución Democrática en los comicios de mayo pasado.
El nuevo gobernador se trasladó al puerto de Acapulco, uno de los más importantes centros turísticos del país pero también considerado entre las ciudades más peligrosas de México.
Aquí se reunió con el Gabinete Federal de Seguridad, encabezado por el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, a fin de relanzar una nueva estrategia de ayuda para recobrar la seguridad en el territorio.
Desde días previos caravanas militares y de la Policía Federal recorren la avenida costera de este hermoso balneario, donde se ubican los principales hoteles, bancos y negocios de servicio al turismo, en evidente manifestación de disuasión.
El titular de la Segob dijo que van a encarar las debilidades y enfrentar al crimen organizado.
Los carteles de la droga Los Rojos y Guerreros Unidos se disputan el control territorial en Guerrero y las rutas para el trasiego de estupefacientes hacia Estados Unidos, el mayor mercado mundial.
Al frente de este nuevo operativo de seguridad se designó al general Alejandro Saavedra, quien es el encargado de la novena región militar de Guerrero.
Saavedra adelantó que en las próximas horas llegarán más integrantes de las fuerzas federales de seguridad.
Por su parte el alcalde de Acapulco, Evodio Velázquez, quien recientemente asumió el cargo representando una alianza entre el PRD y el Partido del Trabajo, prometió igualmente mano dura contra la inseguridad y la violencia.
