En inglés, más electrónico que el anterior y grabado con instrumentos poco convencionales, así es el segundo álbum de la cantante mexicana Ximena Sariñana, que la próxima semana presentará en España un disco que ha supuesto un giro de 180 grados en su carrera musical.
«Me atreví a dar pasos más grandes y a probar cosas muy distintas», comenta la artista en una entrevista, en la que revela que trabajar con nuevos productores le permitió salir de su «zona de confort» y utilizar más capas de diseño sonoro, sintetizadores e incluso juguetes.
Un sonido surgido de sus «ganas de experimentar» tras conocer con su debut, «Mediocre», los «arreglos tradicionales de guitarra, bajo y batería».
Cuenta, que la gran contradicción de este trabajo es el contraste entre la forma en la que fue gestado y el sonido que desprende.
«El disco suena muy grande y enorme, pero en realidad el noventa por ciento se grabó entre dos personas en una habitación», apunta.
Otro cambio significativo de este CD respecto al primero es su apuesta decidida por el inglés, idioma en el que ha compuesto diez de los once temas.
Aunque reconoce que «nunca se había atrevido» a escribir todo un disco en la lengua de Shakespeare y que le costó encontrar un estilo con el que sentirse «totalmente realizada», asegura que la experiencia «valió la pena» porque le va a permitir llegar a otros mercados.
Esta nueva realidad a la que se enfrenta se ve reflejada en la mayoría de las letras que, en sus propias palabras, tratan de mostrar «cierta idea de incomodidad», los sentimientos que experimentamos cuando estamos «empezando a cruzar fronteras».
Una sensación de inseguridad que ha tratado de mitigar titulando el álbum con su propio nombre.
«Al final de cuentas me queda mi nombre y me queda quién soy», recuerda.
Pareja sentimental del músico de The Mars Volta, Omar Rodríguez-López, Ximena Sariñana no puede evitar sonreír cuando se le pregunta por «Echo Park», un corte en el que ironiza sobre las mujeres que se enamoran de artistas.
«Creo que todas las canciones tienen algo de autobiográfico», afirma antes de confesar que con el citado tema pretendió burlarse de sí misma y de las personas que se basan en cosas superficiales a la hora de buscar pareja, como «si toca la guitarra» o «le gusta el cine».
Actriz además de cantante, la mexicana anuncia que tardaremos en volver a verla en las pantallas.
«Ahorita estoy concentrada cien por cien en este disco, creo que requiere de mi atención absoluta», advierte.
Labor que incluye la extensa gira mundial en la que está inmersa, y con la que en la próxima semana aterrizará en España, un país que ya ha visitado cuatro veces.
«Me encanta Madrid, la comida, la gente», dice emocionada.
En las dos actuaciones que tiene programadas, veremos a Ximena Sariñana tocar más instrumentos que en ocasiones anteriores ya que, entre otros, se encargará del teclado y los sintetizadores.
Además estará acompañada, al menos en Madrid, del cantautor Álex Ferreira, al que le une una gran amistad.
Ximena Sariñana actuará el 20 de septiembre en la sala Moby Dick de Madrid, mientras que el día 21 llegará a Be Cool, en Barcelona.
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