Comió txangurro, bebió txakoli, cantó en la rueda de prensa y a su hija le dio tiempo a conocer la noche donostiarra. El viaje de Glenn Close (Greenwich, Connecticut, 1947) a San Sebastián para recoger anoche el Premio Donostia, otorgado en homenaje a toda una carrera, ha sido bastante completo. Como su comparecencia de ayer ante la prensa, en la que habló de todo lo que le preguntaron, aunque ella lo llevó en constante requiebro hacia la promoción de su película, Albert Nobbs (dirigida por Rodrigo García, quien le entregó el Premio Donostia, que ella recibió con lágrimas en los ojos), que coproduce, coescribe y protagoniza.
Cortesía de:
"Si no llegan papeles, hay que crearlos"