El cantante mexicano Cristian Castro ofreció a su público una velada llena de homenajes, en la que no sólo rindió honor a José José, sino también lo hizo a la figura de Rigo Tovar y entre sus invitados lució la presencia de sus padres, Verónica Castro y Manuel «El Loco» Valdés.
Castro interpretó a lo largo de dos horas, los temas de su más reciente producción discográfica Viva el Príncipe, así como los éxitos que ha acumulado a lo largo de su trayectoria; asimismo, en el Auditorio Nacional el intérprete recibió con sorpresa cuádruple Disco de Platino por las altas ventas de su álbum.
Para comenzar el recital, se proyectó un pequeño vídeo en el que aparece Manuel «El Loco» Valdés dándole consejos a su hijo y posteriormente hace su aparición José José que igualmente le da ánimos a Cristian Castro para conquistar a su público y éste sale del lugar para encontrarse con la gente que lo quiere.
En ese momento, el intérprete, ataviado con un elegante traje de dos piezas, con el saco en color beige y pantalón oscuro, así como una corbata de moño, canta «Ahora no», para continuar con «Amar y querer», «Amor, amor» y «Lo que un día fue no será».
Al finalizar, Castro agradeció a todos por estar reunidos pese a la intensa lluvia que se precipitaba en la Ciudad de México y continuó la noche con una breve semblanza de José José, para luego interpretar «La nave del olvido».
Posteriormente, subió al escenario Verónica Castro con una persona de la disquera para entregarle al cantante cuádruple Disco de Platino por las ventas de Viva el Príncipe.
«Me da mucho gusto ver este auditorio lleno de amor, de gente bella. Se los agradezco mucho, es una noche especial para mí, para mi hijo. Gracias a todos, a Dios, por darle esa voz y al público que sin él esto no hubiera sido posible», expresó la mamá del cantante.
Tras recibir el reconocimiento, Cristian cantó «Gavilán o paloma», «Si me dejas ahora», «Volcán», «He renunciado a ti», «Mi niña» y «El triste», en esta última, el público aplaudió de pie. Luego cantó «Lo pasado, pasado», con la que concluyó la primera parte del concierto.
Para dar inicio a la segunda mitad del recital, Cristian Castro cambió su elegante traje de pantalón negro y saco color beige y moño, por un traje, camisa sin corbata y zapatos, todo el conjunto en tono blanco.
Y para beneplácito de sus seguidores, que llenaron casi en su totalidad al «Coloso de Reforma», Castro interpretó temas conocidos tales como «Ritual», «Sólo dame una noche», «Lloviendo estrellas», «Mi vida sin tu amor» y «Por amarte así».
En un tono más romántico, Castro tomó su guitarra y dio paso a «No puedo olvidarte», lo que causó los aplausos del público que estuvo atento a la presentación; en este bloque también pudieron escucharse los temas «No hace falta» y «Yo quería».
Sin duda, no podría faltar uno de los temas más emblemáticos y distintivos de Cristian, «Gallito feliz», en el que lo visual también pudo disfrutarse con seis bailarinas que se encargaron de hacer una coreografía. La noche continuó con «Te llamé» y un popurrí con «Morelia» y «Sé mi aire».
Sin contratiempos y con un ambiente favorable para el cantante, el concierto siguió con «Lo mejor de mí», «Hoy vengo a decirte», «Lloran las rosas» y «Azul».
Después Cristian invitó a su papá a que subiera al escenario para cantar el famoso tema «El médico brujo», para después felicitar a su hijo y darle un abrazo. Lo que provocó la ovación de los casi 10 mil asistentes.
Como un pequeño homenaje a Rigo Tovar, Castro interpretó «Perdóname mi amor por ser tan guapo».
En la recta final de la velada y con un público entregado, cantó a coro «El culpable soy yo», «Amor», «Es mejor así» y «No podrás», con la cual el intérprete se despedía de su público.
Pero el éste último no quería dejarlo ir, por lo que al grito de «Otra, otra, otra», lo obligó a regresar y con gusto el protagonista de la noche complació a su público con un popurrí de los temas «Mañana» y «Vuélveme a querer», para despedirse con «Nunca voy a olvidarte».
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