
En los últimos 60 años la población del país ha aumentado, provocando que las ciudades estén saturadas, así que los mayores problemas urbanos hoy en día ya existen dentro de las metrópolis y éstos tienden a agravarse, informó el doctor Jan Bazant, distinguido especialista en diseño urbano ambiental.
En su conferencia “Retos en la enseñanza del diseño urbano”, impartida ante estudiantes de la Facultad de Arquitectura de la BUAP, expuso que debido a la disminución de la presión de ocupación del territorio en las periferias urbanas, los diseñadores urbanos deben concentrarse en la densidad de las ciudades para resolver el congestionamiento y fragmentación de la estructura urbana que desarticulan las zonas.
Comentó que un espacio en el ámbito social debe servir para la interacción y comunicación de una comunidad, asimismo para que tenga habitabilidad debe funcionar toda la semana; en lo económico tiene que responder a la demanda de intercambio de bienes y en el aspecto ambiental tiene que ser acogedor.
En lo político, agregó, debe ser un espacio para la libre expresión y congregación de los ciudadanos. “Si un espacio no tiene elementos de identidad y las personas no acuden a él, está mal diseñado”.
“Cuando el patrimonio histórico ha sido suplantado por elementos extranjeros de identidad social, cultural y espacial que impone la globalización, hay una pérdida de identidad urbana local”.
Señaló el especialista que dentro de la estructura urbana, el espacio jerarquiza un barrio y dentro de éste tiene que haber referencias que indiquen cómo llegar a determinado lugar, “porque si no ofrece referencias, la gente no identifica los recorridos”.
Por otra parte, Jan Bazant lamentó que muchos de los lugares públicos no sean ocupados para su fin principal, ya que vendedores ambulantes demeritan la calidad del espacio; lo mismo sucede con la población que posee automóviles.
Igualmente explicó que la trama urbana puede estar en armonía con el medio ambiente respetando a éste o bien puede alterar el patrón reticular, sobre los lomeríos –zona de montañas-, afectando los recursos naturales.
Ante este panorama “es importante que los diseñadores urbanos conserven la escala humana, para que la masa poblacional sea subdividida y se puedan formar puntos de encuentro como plazas”.
Para que se logre este objetivo es fundamental que los docentes generen inquietudes en los estudiantes, para que ellos se involucren y participen en los problemas que afectan su estilo de vida, finalizó.