HUAUCHINANGO. Así como se ven las casetas, está el ayuntamiento del alcalde Omar Martínez Amador en materia de seguridad pública, abandonadas pero lo peor es que el mismo director de Seguridad Pública René Acoltzin Muñoz, admitió en una nota publicada por internet de Hernández Castillo que las casetas de vigilancia ubicadas en distintos puntos de la ciudad no funcionan.
Y admitió que pues durante el día no cuentan con policías, ya que prefiere reforzar la vigilancia del primer cuadro de la ciudad donde han aumentado los asaltos, también el responsable de la seguridad pública en Huauchinango declaró que hace tres semanas los asaltos en pleno centro de la cabecera municipal habían aumentado preocupantemente, afectando lo mismo a transeúntes que a comercios o viviendas, hasta registrarse entre «10 y 15 en un día».
Debido a ello, explicó, se decidió dar prioridad a la vigilancia en estos puntos y dejar a un lado las casetas, a las que por cierto la administración municipal pasada decidió no utilizar por considerarlas poco efectivas en la seguridad y de alta vulnerabilidad para los oficiales.
Los policías que cuidaban los ocho módulos que fueron construidos en la administración del ex presidente municipal Carlos Martínez Amador (2005-2008), son ahora los que se encuentran en el centro de la ciudad y regresan por la noche a las casetas ubicadas en colonias como La Mesita, 5 de Mayo y Adolfo López Mateos.
La función de los vigilantes en cada caseta es la de dar una rápida respuesta a algún llamado de auxilio; el policía tiene la obligación de comunicarse con la base y pedir refuerzos en caso de ser necesario, para hacer notar la presencia policiaca y se inhiba cualquier intento de cometer delitos.
Hace semana y media, Arturo Vera Rodríguez vecino de la colonia Petrolera II denunció que a 20 metros de la caseta de vigilancia y a pleno día, uno de sus familiares fue asaltado y golpeado por dos jóvenes, sin que la policía acudiera a su auxilio.