Durante la misa de miércoles de ceniza, con la que inicia la temporada de pascua, el Arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, sentenció que la penitencia, como el ayuno, más allá de una moda debe ser un tiempo de oración, sacrificio y obras buenas para el acercamiento a Dios, a través de la práctica sacramental.
Indicó que la penitencia del ayuno en los viernes santos de la temporada de cuaresma, la abstinencia y los pequeños sacrificios, junto con la ceniza ayuda al arrepentimiento de los pecados y la conversión al verdadero cristianismo.
“La práctica penitencial externa, no ha pasado de moda, sigue actual en la Iglesia, castigar un poco el cuerpo, para fortalecer el espíritu y luchar contra las tentaciones y contra el pecado, para salir vencedores en esa lucha”.
Además, exhortó a los miles de feligreses que abarrotaron la Catedral la mañana de este miércoles, a no practicar la generosidad y actos de piedad para ser vistos, reconocidos y ser alabados, sino por el auténtico impulso de dar por dar, como Cristo le recomendó a sus discípulos.
“Cuando hagan oración no sean como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las plazas para que los vea la gente, por el contrario, ora en silencio a tu Padre en secreto”.
Por ello, recordó el significado esencial de la ceniza que fue ungida en la frente de los feligreses, que esta vida es temporal y que “del polvo vienes y en polvo te convertirás”.
ARTURO CRAVIOTO