La presentación se llevó a cabo en el Museo del Estanquillo Colecciones Carlos Monsiváis, con la participación de Gabriela Cano, Christopher Domínguez Michael, Víctor Díaz-Arcieniega, Adolfo Castañón y Javier Garciadiego.
«La cultura mexicana en el siglo XX’’, presentadores, coincidieron en que se trata de una obra extremadamente útil para entender la totalidad de la obra de Monsiváis.
La historia de este libro tiene su origen en 1977, cuando Carlos Monsiváis participó con un capítulo acerca de la cultura mexicana en la edición anterior de Historia general de México, publicada por El Colegio de México.
En el año 2000 se planteó la posibilidad de actualizar esa historia y se solicitó la participación de todos los autores. Monsiváis aceptó hacerlo, pero en el momento de entregar sus notas llegó a la conclusión de que se había embarcado en un proyecto editorial de mayor envergadura y que tenía material para un libro.
En una nota introductoria fechada el 27 de enero de 2010, Carlos Monsiváis explica que en 1977 entregó a El Colegio de México unas ‘Notas sobre la cultura mexicana para la Historia general de México’.
«Más de 30 años después, y también desde la crónica de la historia cultural, he revisado y ampliado considerablemente esas notas y me he beneficiado de un alud de publicaciones, por lo común académicas».
Al ofrecer su análisis sobre el libro La cultura mexicana en el siglo XX, editado por El Colegio de México, la doctora en historia Gabriela Cano recordó que como autor, Monsiváis se unió a la crítica cultural feminista con el ensayo ‘Soñadora, coqueta y ardiente. Notas sobre el sexismo en la literatura mexicana’, publicado en las páginas del suplemento que dirigía en el año de 1973 y que lo convierte en un precursor de lo que hoy conocemos como estudios de género.
«Lejos de considerar el feminismo como una más de las causas perdidas de la historia de México, Monsiváis reconoce en el movimiento feminista a la única revolución del siglo XX que no terminó en la autocracia y que traspasó la frontera del siglo XXI, manteniendo su vigencia en tanto que el avance de la democracia también es feminista, dice Monsiváis».
La investigadora celebró la decisión de El Colegio de México de dar a la imprenta el último manuscrito de Carlos Monsiváis, al que calificó como un ensayo tristemente inconcluso que sin embargo nos ofrece las reflexiones finales del cronista sobre la cultura mexicana en el siglo XX.
«Este manuscrito pudo haberse quedado en el olvido o pudo haber permanecido como una curiosidad accesible sólo a los especialistas, pero la afortunada decisión de El Colegio de México y el logrado trabajo editorial de Eugenia Huerta, nos ha puesto en las manos un volumen bien cuidado, de precio accesible, que seguramente estará en muchas bibliotecas públicas y privadas para ser visitado y revisitado por lectoras y lectores jóvenes de generaciones actuales y de las que vienen en camino, a quien Monsiváis siempre tenía en mente».
Víctor Díaz-Arcieniega, miembro del Sistema Nacional de Investigadores, consideró que sin ser protocolariamente una historia, La cultura mexicana en el siglo XX sí es una sugerente carta de navegación historiográfica con la que Monsiváis trazó una guía de sentidos y arriesgó una sugerente selección de autores y obras.
«Como carta de navegación historiográfica, la de Monsiváis está dibujada desde la perspectiva social de la historia cultural. Para él la trascendencia de la cultura se debe apoyar en los siguientes vértices: primero, la creación de públicos, espectadores y consumidores de arte; después, la creación y orientación del gusto, de la educación de la sensibilidad estética y del estímulo intelectual para que todo en conjunto consolide una conciencia cultural base de una identidad; y por último, el fortalecimiento y expansión del espíritu crítico de la sociedad, indispensable para realizar lo que debe ser una permanente renovación y así combatir las inercias culturales».
A través de un texto que envió, el escritor Adolfo Castañón indicó que la necesidad de conformar un canon cultural mexicano atraviesa y organiza las 526 páginas y 39 capítulos de este breviario cuya escritura se da como búsqueda y encuentro del consenso cultural.
«La publicación de ‘La cultura mexicana en el siglo XX’, en 2010, 33 años después de publicadas las ‘Notas sobre la cultura mexicana moderna’, es una invitación irrevocable a descubrir y releer a Carlos Monsiváis como un agudo paisajista de las atmósferas y movimientos que definen la cultura mexicana del siglo XX.
Los que creían conocer a Carlos Monsiváis y le reprochaban la ausencia de una obra grande, aquí deberán volver sobre sus pasos para redescubrirlo.
«Este libro se puede y debe leer como una guía por los caminos del reconocimiento nacional y en ese sentido sería recomendable que se volviera libro de texto para los políticos de todos los partidos, incluido el de la abstención. Una guía por las entrañas de México cuyo verdadero personaje es la tradición, el pueblo y sus huellas», escribió Castañón.
Para Christopher Domínguez Michael, crítico literario y novelista, ‘La cultura mexicana en el siglo XX’, es «una guía extremadamente útil para entender la totalidad de la obra de Monsiváis, que es una obra en extremo desorganizada y que nos toca a quienes nos encargamos de organizar la memoria literaria, pero sobre todo a los lectores y a las nuevas generaciones de lectores».
El presidente de El Colegio de México
Javier Garciadiego, recordó un capítulo de la vida del historiador belga Henri Pirenne, quien estando preso escribió una historia general de Europa, comenzando con las invasiones germánicas.
«Carlos Monsiváis padeció un problema similar, escribió este libro durante sus últimos años de vida y ya no tuvo tiempo de revisarlo, de darle su forma última. Sin embargo, al contrario del gran historiador belga, Monsiváis no carecía de biblioteca para confirmar citas y datos. Su estilo de trabajo sin embargo, fue como el de Pirenne: escribir de un tirón, citando transcribiendo de memoria, creyendo que luego revisaría su manuscrito con todos los materiales necesarios, sólo ubicables por él en su laberíntica biblioteca.
«Si bien Monsiváis no pudo darle su forma definitiva y va tal y como salió de su pluma, resulta muy atrayente por el rigor y la audacia del pensamiento. La que él hubiera entregado al público, en caso de permitírselo la vida, hubiera comprendido una más extensa ilustración de hechos, más referencias y más citas, su estilo hubiera sido más perfecto, pero no hubiese podido ser más rica, más concentrada y más desbordante de ideas, pues en el momento de escribirla había edificado ya su vasta síntesis de la cual sus otros muchos escritos sólo serán simples ampliaciones.
Este es el valor inconmensurable del libro póstumo de Carlos Monsiváis, su historia mínima de la cultura mexicana del siglo XX, al que dedicó su vida y que nadie ha sabido tanto como él», concluyó.