
Cerca de 60 mil estudiantes de los institutos de educación superior tecnológica desertan cada año por falta de recursos. En tanto, los propios centros educativos enfrentan el desinterés de las autoridades para adecuar su infraestructura e impartir una educación de calidad, afirmó el diputado Jorge Humberto López Portillo Basave, del grupo parlamentario del PRI.
Acompañado de representantes de los 260 institutos tecnológicos del país, quienes acudieron a la Cámara de Diputados para hacer entrega de una solicitud de 16 mil millones de pesos para el Sistema Nacional de Educación Superior Tecnológica, el legislador destacó que la Secretaría de Educación Pública ha mostrado apatía por otorgar los recursos necesarios a estas escuelas.
Señaló que “es lamentable que mientras miles de estudiantes no cuentan con lo indispensable para su formación académica, algunas dependencias de gobierno, tanto federales como estatales, destinen varios cientos de millones de pesos únicamente para la compra de alimentos y otros imprevistos”.
En los próximos dos meses, agregó, los legisladores vamos a estar analizando el Presupuesto de Egresos 2012, por lo que haremos llegar la propuesta para dotar de mayores recursos al sector educativo superior, “si de verdad queremos abatir la delincuencia”.
Por su parte, el grupo de estudiantes proveniente de varios estados del país, encabezados por Aldo Jiménez y Adrián Grosica, demandaron a los legisladores, en conferencia de prensa, revisar el marco normativo del Sistema Nacional de Educación Superior Tecnológica y buscar, a su vez, una reforma que permita la libertad de la gestión de recursos.
Aldo Jiménez, del Instituto Tecnológico de Puebla, informó que los 260 centros de este sistema atienden al 14 por ciento de la matrícula total de la educación superior en el país, con un total de 415 mil estudiantes.
No obstante que es la matrícula más grande del país, señaló, el sistema no ha recibido la atención presupuestaria que requiere, a diferencia de la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Politécnico Nacional.
En este sentido, refirió que el 90 por ciento de los recursos de operatividad de los institutos se obtienen a través de las cuotas estudiantiles.
Cada año, dijo, los alumnos deben desembolsar 4 mil pesos, entre inscripción y otras aportaciones, lo que se dificulta por la situación económica que viven junto con sus familias, lo que en 60 mil de los casos los orilla a desertar.
Aldo Jiménez explicó que a diferencia de la UNAM o el IPN, los institutos nacionales de educación superior tecnológica registran el costo de inversión más bajo por alumno, con apenas 31 mil pesos anuales, en tanto que la Universidad Nacional Autónoma de México recibe un subsidio de 103 mil pesos por educando y el Politécnico Nacional, 94 mil pesos.
“A pesar de la desatención de las autoridades educativas y del Poder Legislativo, los 260 institutos han encontrado otras vías para sostenerse. Una de ellas, sometiéndose a la evaluación de organismos acreditados como el CIES, COPAES o bien, mediante la certificación ISO 9001, 1400, así como por modelos de equidad y género”, refirió.
Por otra parte, los estudiantes señalaron que en la mayoría de los institutos, tanto los equipos como los laboratorios, por su antigüedad y mal estado, han sido calificados por la propia Secretaría de Educación Pública como obsoletos.
“Gran parte de los equipos y laboratorios data de 1960 y los últimos que se construyeron tienen una antigüedad de más de 20 años, lo que representa un atraso de inversión por más de 30 mil millones de pesos”.
Toda esta problemática, concluyeron, deviene del desconocimiento que se tiene de este Sistema Nacional de Educación Superior Tecnológica. “Se ha dicho hasta el cansancio que los jóvenes son el futuro del país, y nos indigna que nuestras autoridades sólo nos vean como slogan publicitario y no atiendan nuestras inquietudes”.