Dentro de un tiempo, cuando alguien quiera saber cómo fue España en los años noventa y en este siglo XXI, debería ver la filmografía de Enrique Urbizu. Sin ser un director social, más aún, siendo un maestro del thriller , Urbizu bebe del aquí y del ahora: ETA, los GAL, la corrupción inmobiliaria, la inmigración, vida en los barrios, los policías, los bares, la gente… Toda España cabe en el trabajo de este bilbaíno de 1962, que añade ahora su visión de los atentados perpetrados por el islamismo radical en España. » No habrá paz para los malvados no habla del 11-M, pero ahí están los trenes de cercanías, la calle Tribulete, la casa de Morata de Tajuña, incluso el equipo de fútbol», concede el realizador, que ha recibido un aplauso unánime de crítica y público.
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"Esta época aterradora es un filón para el cine"