Previo a la presentación de su libro «36 toneladas» en Puebla, el día de ayer la escritora acapulqueña Iris García, participó en una plática con mujeres escritoras, en el marco del ‘mes de la mujer’, organizado por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), así lo informó el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).
«No creo en la existencia de lo femenino y lo masculino, escribimos de aquello que nos importa, de aquello que verdaderamente nos toca, y el asunto de que las mujeres estemos escribiendo sobre la violencia tiene que ver con el momento histórico en el que estamos viviendo, tiene que ver con el hecho de que ya nos damos cuenta o nos permitimos expresar lo que sentimos acerca de la sociedad, expresó la narradora, dramaturga y reportera Iris García Cuevas durante la mesa la ‘Letra con sangre… Literatura Negra y Criminal’.
«Justamente lo maravilloso de la literatura es que no nos limita, una vez que empiezas a escribir un texto no estás limitado a quién eres y mucho menos al género al que perteneces.
«En muchas ocasiones en más como un prejuicio esto. Es un prejuicio creer que el mundo literario de la mujer tiene que circunscribirse a lo íntimo, a lo familiar, a lo que está dentro de cuatro paredes, mientras que al hombre le pertenece lo social, lo que está afuera, la violencia en este caso», dijo Iris García Cuevas, autora del libro ’36 toneladas’.
«Se nos ha dado la literatura a muchas personas viviendo en esta época, pero a final de cuentas lo violento ha existido siempre; no podríamos entender la tragedia griega sin violencia, es decir qué más violento que un hombre que mató a su padre y después de acostarse con su madre se saca los ojos», reflexionó García Cuevas también autora de ‘Cuánto pesa una sentencia de Muerte’.
«La violencia es parte de nuestra condición humana, es parte de nuestras posibilidades y creo que en mi caso el asunto de escribirlo es como reconocer de lo que somos capaces y al momento de reconocerlo asumir que el ejecutarlo ya es una cuestión de decisión que no es un destino trágico y la literatura un poco nos sirve para jugar con estas posibilidades de lo que podemos hacer con nuestras vidas, consideró Iris García Cuevas, quien también ha publicado Ojos que no ven, corazón desierto.
«En contraparte, Kelly A. K., consideró que «existe cierta sutileza que enmarca la literatura escrita por mujeres porque es parte de la naturaleza misma de la mujer, esa sensibilidad que es distinta a la sensibilidad masculina.
«Es muy complejo hablar de literatura masculina o femenina, obviamente escribimos desde donde estamos, es imposible meternos al cuerpo del otro y escribir desde el otro o escribir siendo hombres, por supuesto que creamos personajes masculinos al igual que creamos personajes femeninos, pero siempre vamos a escribir desde donde estamos paradas porque es imposible hacerlo desde otro lado», señaló la escritora, traductora, profesora y conductora de TV cultural.
«Las mujeres escriben como mujeres, agregó, como los hombres escriben como hombres, no existen temáticas específicas no existen limitaciones.
Los textos escritos por autoras mujeres sí se van a ver permeados por esta sensibilidad simplemente porque existe, porque está ahí y porque desde ahí es desde donde se escribe, estimó la autora de La espera. Seducción de las bellas durmientes.
«En tanto, Orfa Alarcón, narradora y editora, quien ha sido becaria del Programa Jóvenes Creadores del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA) y es autora de la novela ‘Perra Brava’ refirió que ‘la preferencia humana hacia la violencia se debe a que el ser humano en su naturaleza lleva una carga de crueldad muy fuerte y si no fuera por eso cómo explicamos que tengan tanta popularidad la organización de peleas de gallos contra gallos, perros contra perros, humanos contra toros y humanos contra humanos'».
CLAUDIA CORDERO