El próximo viernes 11 de marzo a las 19:00 horas, se presentará en Profética, Casa de Lectura, el libro ‘No hay obra, hay taller’, que se edita gracias a una beca del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA) en el año 2009.
Hace tiempo tuvimos una conversación que no fue publicada con José Luis Escalera, Director de Profética, dónde habló de ese proyecto, de la lectura, entre otros temas. A continuación, esas palabras.
La Beca FONCA.
En 2009 obtuvieron 200 mil pesos del Programa de Fomento a proyectos y co-inversiones culturales, del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA) del Conaculta.
Es un programa que tiene más de 25 años y que apoya distintas áreas como la danza, la literatura, las artes visuales, entre otras; Profética ganó en el rubro de interdisciplinarios.
La propuesta se llama ‘No hay obra, hay taller’, es una reflexión desde diferentes perspectivas del taller como entorno, como lugar creativo, como generador, para este análisis se cuenta con la participación de: Marcelo Gauchat (filósofo y editor), Gabriel Wolfson (escritor), Juan Antonio Montiel (editor y traductor), Yara Almoina (artista plástica y diseñadora), Gianni Capitani (artista plástico) y Alejandro Hernández (arquitecto y editor).
El resultado es un libro, cuyo tiraje se pretende sea de 1000 ejemplares que se distribuirá a nivel nacional y se espera que además de Puebla, se presente en el Distrito Federal.
Se trata de acercarse a los lugares donde se trabaja, a los oficios más allá de la cuestión creativa, o al revés; de valorar el trabajo manual.
El proyecto ha tenido varias etapas, la lectura de textos referentes a los talles, una conversación entre los participantes, la visita a algunos lugares como cocinas o alfarerías, para finalizar con la producción de escritos o imágenes para el libro.
«Se pretende revalorar el espacio y el trabajo que se hace y que incluye cuerpo, al trabajar, participa la mirada, el tacto, el gusto, el olfato, el cerebro, produce emociones y es en realidad es un trabajo integral, se trata de reivindicar el trabajo artesanal que no es masivo».
Lo nuevo y lo que ya se conoce.
Profética, Casa de Lectura abrió sus puertas en el 2003, un lugar que ofrecía algo que no había en Puebla, un espacio para convivir, para conversar, para comprar libros, pero sobre todo para leer, José Luís Escalera habló de estos años dedicados a la lectura.
Más de siete años después ofrece a los lectores y a todos que se interesen en leer, distintas posibilidades de encuentro con los libros, la gente puede entrar a la biblioteca, platicar en la cafetería o el patio, adquirir literatura; recientemente se amplió la librería, tiene una pequeña dotación de artículos escolares, así como una sección de libros usados, raros, donde uno puede encontrar textos interesantes y también Profética es considerado un referente de actividades culturales en la ciudad y a nivel nacional.
Para ampliar esas posibilidades utiliza las nuevas tecnologías, la gente puede comprar o leer libros en línea, además si necesita algún libro, lo consiguen y le dan seguimiento, ofreciendo con ello un mejor servicio.
Puebla una ciudad de lectores.
La competencia está difícil, «El panorama es distinto a diferencia de hace siete años cuando abrió Profética, era triste, flojo, no había una buena librería, en los últimos diez años eso ha cambiado, es una experiencia afortunada, hoy, hay una muy buena oferta de librerías, que «da cuenta de una ciudad que lee, en Puebla, se lee más de lo que nos imaginamos».
«Para Profética, ante estos cambios, la clave para sobrevivir, estará en la ley del libro, del Precio único, que entró en vigor el 23 de julio del 2010; además Profética, tiene un perfil bastante diferente, yo diría original, respecto a la competencia; tenemos una oferta dirigida a los lectores, es decir hay una selección mucho más cuidada, existen muchos libros que solo tenemos aquí».
CLAUDIA CORDERO