El tenor Óscar Aguilar y el pianista David García ofrecieron el recital México de mi corazón en el Castillo de Chapultepec donde interpretaron valses y minuets y presentaron el estreno mundial de El colibrí (Huitzitzilin).
El tenor y el pianista unieron esfuerzos para crear la presentación y presentarla en el marco del programa Noche de museos, organizado por los recintos de la capital del país el último miércoles de cada mes. A la cita acudieron cientos de personas que disfrutaron de la evocación musical de principios del siglo XX, así como del estreno que les solicitaron repetir hacia el cierre del recital.
En entrevista con Conaculta Óscar Aguilar comentó que «este programa surgió a partir de que al maestro David García conoció y le gustó mi trabajo, de manera que me invitó a participar en este recital; para ello nos pusimos a trabajar desde hace un par de meses en el programa que pudimos compartir la noche del miércoles 28. Él ha presentado este espectáculo en diversos escenarios, en esta ocasión me invitó para interpretarlos. Ambos, nos llevamos una muy grata sorpresa al descubrir que compartimos varios intereses musicales.
«El Castillo de Chapultepec fue un magnífico escenario para este concierto, ya que nos transportó a la época del Porfiriato. La respuesta del público fue muy buena, y ahora comenzamos a planear volver a interpretar este reportorio y quizá grabarlo para compartirlo con un público más amplio».
«México de mi corazón es un concepto de música mexicana, a la que yo no estoy habituado a interpretar —ya que mi especialidad es el crossover clásico—, pero que me pareció un ejercicio muy interesante y enriquecedor».
El compositor y pianista creó una evocación del ambiente que se vivió en el país a finales del siglo XIX, en el cual la influencia de la cultura francesa era notable en todos los ámbitos de la sociedad.
La tradición musical perteneciente a este periodo de la historia del país está marcada por la presencia de temas románticos —un concepto totalmente distinto a como se comprende en nuestros días— aderezados con aires de dulzura sonora, nacionalismo cultural y el aroma que desprendían las calles sin pavimentar de la capital del país luego de que caía sobre ellas el agua de lluvia, justo como ocurrió durante esa Noche de Museos.
«Tuvimos un escenario magnífico, tengo que reconocer que ese es un factor que nos ayudó mucho en este recital, pero en otro sentido nos sentimos muy entusiasmados por la cálida respuesta del público, hacia los temas creados con el propósito de evocar aquellos años, y a mi interpretación», expresó el tenor Óscar Aguilar.
Cabe hacer mención que David García y Oscar Aguilar recibieron reconocimientos por su participación en el concierto de la Noche de Museos, de parte de las autoridades del Museo Nacional de Historia, quienes destacaron su trabajo y calidad interpretativa; el premio complementario fue la ovación de más de 300 personas que de pié aplaudieron durante tres minutos consecutivos.