*O cómo acabar de una vez por todas con las dudas sobre la existencia de Dios, las historias policiales y las propagandas subliminales de cerveza.
Se presentará en la sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque, en el Distrito Federal, los jueves y viernes a las 20:00 horas, sábados a las 19:00 horas y domingos a las 18:00 horas, la obra de títeres para adultos ‘El que mueve los hilos’, una producción poblana.
Reseña de la obra.
¿Qué harías si encontraras a Dios?, una historia policial de humor negro, una irónica búsqueda de Dios y un recorrido por los irreverentes filósofos, que han cuestionado su existencia y por aquellos que tienen fe, es lo presenta la obra de títeres para adultos ‘El que mueve los hilos’, basado en un texto de Woody Allen, una producción de la compañía poblana Acercarte Teatro.
A petición de una hermosa mujer, el detective privado se involucra en la búsqueda del que todo lo sabe, en la noche lluviosa, junto a un farol, en ese callejón, las dudas comenzaron, solo para descubrir que todos tenemos a alguien que nos manipula.

La interacción, entre títere y titiritero, se ve en el escenario, no se ocultan, participan, pero su presencia se difumina ante la acción de los actores de tela; destaca la manera de resolver el reto escénico que implicaba la obra, con una iluminación precisa, una producción minimalista, cuidada y llena de detalles, que enriquecen la obra.
La puesta en escena lo dice, la historia de la humanidad también, no cualquiera manipula, ‘para mover los hilos, se necesita poder’.
El detective Budweiser, encarnado por Woody Allen, descubre que los judíos están liados con Dios hasta el cuello, se cuestionó ¿si Kierkegard, tuviera razón y no se pudiera tener conocimiento, sino solo fe?
¿Dios existe? Es lo que la humanidad se ha preguntado desde hace más de dos mil años, entonces, ¿qué sería de la cristiandad si el traje principal fuera de poliéster?, ¿si Dios fuera un hombre negro que toca jazz, que tiene tatuajes y usa jeans?
La obra es un recorrido por las formas de pensar de distintos filósofos, Sócrates, Descartes, Kant, Leibinz, Pascal, Martin Burget, el panteísmo, es un cuestionamiento también a los teóricos, en un ambiente cinematográfico, misterioso, de los años 40.
Al final, más que respuestas siguen las dudas y ¿la respuesta? quizá la muerte sea el único camino para encontrarla.
Rafael Curci, director y dramaturgo uruguayo, es el autor intelectual y material de este crimen de títeres, sus cómplices Susana López y Moisés Cabrera, conocidos creativos, acusados por tener varias personalidades y por mover los hilos de muchos títeres.
La producción del montaje.
Susana López, directora de Teatro AcercARTE, dijo cómo surgió la idea de hacer esta obra, luego de 20 años de dedicarse al teatro: “Los títeres los trabajo desde hace varios años porque son un excelente medio de expresión artística, con muchas posibilidades, un cruce idóneo entre las artes del tiempo y espacio”.
“Es decir, la parte estética de la puesta, la imagen plástica del títere en sí, combinados con la acción, con lo que quieres contar, en nuestro país el género ha sido menospreciado por los adultos, pero resultan ser ellos los aficionados más apasionados, una vez que han visto una buena puesta en escena de títeres; una que apele a su inteligencia y sensibilidad”.
“Es un proyecto binacional Brasil-México; resulta que mi socio, Moisés Cabrera, tenía desde hace tiempo la idea de hacer algo inspirado en Woody Allen, y lo estábamos platicando, pensando en títeres para adultos, fui a dar a un Coloquio de Títeres donde estaba Rafael Curci. Su trabajo es reconocido a nivel mundial y le propuse que viniera a México a dirigirnos”.
“Al estar en diferentes países, hicimos el trabajo creativo y de pre-producción por internet; la producción la hicimos en México, excepto dos títeres de sombras, que fueron hechos en Sao Paulo, y finalmente trabajamos la animación, dirección y puesta en escena en el Teatro AcercARTE durante las cinco semanas previas al estreno”.
La propuesta estética y los títeres. “Era indispensable la manipulación directa con los títeres de mesa, y que usáramos personajes ‘tipo’ pero sin caer en clichés, lo que nos obligó a una síntesis: hallar los gestos más expresivos y precisos, significativos”.
“Así, la indagación poética de la imagen surtió su efecto, y jugamos con la iconografía de personajes como Marilyn Monroe o la Dietrich, Silvester Stallone, Groucho Marx y el mismo Woody Allen”.
“Por ejemplo, Marlon Brando (títere) fungiendo como el Papa, es un líder que ciertamente puede ‘mover los hilos’ y provoca también una asociación con la película de El Padrino. O el mismo título de la obra, que alude a su vez a los titiriteros”.
“Y así, hay ‘influencias culturales’ que permiten que la obra tenga varios niveles de lectura en el espectador, desde quien despreocupadamente disfruta la anécdota, hasta el cinéfilo o literato conocedor, capaz de desentrañar las sutilezas más escondidas”.
Resaltó la banda sonora la cual tiene jazz, en particular de Bill Evans, la técnica que utilizan es la manipulación directa o de mesa y de sombras, los títeres son 100 por ciento mexicanos, hechos por Moisés Cabrera.
CLAUDIA CORDERO.