Motorland asistió a una carrera insulsa y a otra abrumadoramente divertida. Y no era ayer la primera vez que Moto2 despierta más elogios que la categoría reina. Al margen del indiscutible talento de Márquez, son Dorna y las fábricas las responsables. Porque es la empresa organizadora, junto a los equipos, quien redacta el reglamento; y es el reglamento el que igualó el año pasado el rendimiento de las motos de la categoría intermedia, del mismo modo que limita el espectáculo en MotoGP y ayuda a que las diferencias sean mayores. En contra de lo que pasa en la fórmula 1, donde el reglamento obliga a que los motores sean prácticamente iguales y permite que los equipos privados se acerquen, o incluso superen (caso de Red Bull) a los oficiales.
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El espectáculo está en Moto2