Más de una vez, Guardiola ha intentado esquivar la comparación con el Dream Team de Cruyff, el equipo que alzó la primera Liga de Campeones (1992) de la historia del club azulgrana. Aquel que cambió radicalmente su proyección, tanto por el estilo de juego como por la consecución de resultados. «No se puede igualar por más títulos que ganemos. Van Gaal, Rijkaard y nosotros recogimos cosas, nada habría existido sin ellos», dijo Pep antes de ganar la cuarta Copa de Europa del conjunto culé en Wembley, la segunda con él en el banquillo. Sin embargo, y pese al deseo del técnico de ensalzar la obra de su maestro , las cifras hablan por sí solas. Con la Supercopa conquistada anoche, Guardiola igualó una marca que abrirá otra vez el debate sobre si es este el mejor Barça de la historia. Ganó su undécimo título, es decir, los mismos que los del técnico holandés, pero empleando tres años -más este arranque de temporada-, por los ocho que precisó Cruyff. Un logro que puede ser mejorado en breve, visto que el Barça jugará dentro de una semana la Supercopa de Europa ante el Oporto y en diciembre el Mundialito de Clubes.
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El discípulo ya iguala al maestro