Ahora… ¡sí!
Después de cuatro semanas.
A partir de este día, las campañas en serio.
Quedaron atrás las imposiciones, las quejas y demás obstáculos al interior de los partidos.
Los candidatos, hoy sin tropiezos, en busca de votos para este proceso electoral extraordinario en que se elegirá Gobernador Constitucional del Estado de Puebla.
La jornada electoral será el dos de junio próximo, recordemos.
Tres los contendientes tres.
Uno.- Enrique Cárdenas Sánchez, del Partido Acción Nacional –PAN- y del Partido de la Revolución Democrática –PRD-.
Su actividad electoral ha sido discreta.
Hace que hace, pero… ¡no hay resultados!
Los panistas se han escondido tras la puerta; y, agachados con mirada ladina, muerden la punta de su reboso.
Han dejado el peso de la campaña a los perredistas que, fieles a su tradición, siguen en la lucha electoral que, perciben, está pérdida.
Dos.- Alberto Jiménez Merino, del Partido Revolucionario Institucional –PRI-.
Dejó en el camino a Mario Plutarco Marín Torres, El Gober Precioso, que en sus primeros días en el escenario electoral le dio fuerte impulso a su campaña.
Revivió a los priistas, reconozcamos.
Pero, ¡oh!, la sombra de Los Demonios del Edén y Derechos Humanos de la ONU, acabó con los sueños del priismo.
Sólo que, Jiménez Merino, no es candidato de peso muerto… ¡¡todavía!!
Tiene el respaldo de los siempre leales militantes de Antorcha Campesina, de organizaciones de vendedores informales que han sido desdeñados por otros partidos políticos y gran parte de la clase mediera que no aprueba acuerdos presuntamente anticonstitucionales de ya saben quién.
Sin olvidar el voto duro, el voto verde de los priistas.
Tres.- Luis Miguel Barbosa Huerta, del Movimiento de Regeneración Nacional –MORENA- y sus partidos periféricos.
El candidato llegó a un acuerdo con Alejandro Armenta Mier y éste retiró las inconformidades que presentó ante el Tribunal Federal Electoral.
Dicen que el Senador se alista a participar en la campaña.
Claro, para consolidar el trabajo de Barbosa Huerta.
No podía ser de otra manera.
Sólo se duda de la lealtad de los cuadros políticos del Senador que durante semanas gritaron: ¡Barbosa No! ¡Armenta Sí!; ¡Barbosa No! ¡Armenta Sí!
Y, a partir de hoy, deberán voltear la pancarta y vitorear a otro candidato.
Lo harán?
En fin.
Hubo reacomodo.
Pero el panorama político no ha cambiado.
Barbosa Huerta, confiado.
Jiménez Merino, luchador.
Cárdenas Sánchez, conformista.
Finalmente recordemos lo señalado el diez el marzo en este mismo espacio:
Así, MORENA espera el triunfo electoral.
Pero… ¡cuidado!
La confianza mata al hombre y embaraza a la mujer, recordemos.
¿O no?