• Para refrendar el compromiso permanente que las instituciones del Estado mexicano tienen con nuestra niñez: Guerra Castillo
En la sesión de este miércoles, la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados emitió un pronunciamiento con motivo de la Declaración Universal de los Derechos del Niño.
La vicepresidenta de la Mesa Directiva, diputada Marcela Guerra Castillo (PRI), en funciones de presidenta, dio lectura al mensaje y dijo: “hoy rememoramos en esta Cámara de Diputados la resolución de la Declaración de las Naciones Unidas para refrendar el compromiso permanente que las instituciones del Estado mexicano tienen con nuestra niñez”.
Refirió que el 20 de noviembre de 1959 la Asamblea General de las Naciones Unidas celebró la Declaración de los Derechos del Niño y este suceso fue el primer gran consenso internacional sobre los principios fundamentales de los derechos de las niñas y los niños.
Precisó que el origen de esta declaración data de 1924 cuando la Sociedad de Naciones conoció la declaración en Ginebra, que es un documento histórico en el que por primera vez se reconoció y afirmó la existencia de los derechos específicos de las niñas y de los niños.
Destacó que algunos aspectos que se encuentran en la declaración es que las niñas y los niños son reconocidos universalmente por ser humanos y que deben ser capaces de desarrollarse física, mental, social y moralmente, así como espiritualmente y con toda la libertad y dignidad que merecen
Sus 10 principios señalan: el derecho a la igualdad, sin distinción de raza, religión o nacionalidad. El derecho a tener una protección especial para el desarrollo físico, mental y social del niño. El derecho a un nombre ya una nacionalidad desde su nacimiento. El derecho a una alimentación, vivienda y atención médica adecuada, y el derecho a una educación ya un tratamiento especial para aquellos niños que sufren alguna discapacidad mental o física.
Asimismo, los derechos a la comprensión y al amor de los padres y de la sociedad, a actividades recreativas ya una educación gratuita, a ser de los primeros en recibir ayuda en cualquier circunstancia, a la protección contra cualquier forma de abandono, crueldad y explotación y el derecho a ser criado con un espíritu de comprensión, tolerancia, amistad entre los pueblos y hermandad universal.