Un grupo de estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Computación proyecta construir el Dron Hexacóptero “Esparza 1”, para dotar a la Máxima Casa de Estudios en el Estado de un dron propio, orientado a diversas funciones inherentes a la vida institucional.
El colectivo reunido en el Laboratorio de Creaciones de Software (CreaSoft) desarrolla un proyecto basado en la aplicación de procesadores de computadora de última generación en vehículos aéreos no tripulados (VANT), mejor conocidos como drones, para que realicen tareas específicas como exploraciones en áreas de difícil acceso, reconocimiento de objetos, toma de decisiones y creación de mapas cartográficos en tercera dimensión. Es decir, vehículos automáticos inteligentes.
La creación del Dron Hexacóptero “Esparza 1” es el instrumento estrella. Un vehículo aéreo diseñado por integrantes de CreaSoft en contacto con Drone Project México, con la intención de cumplir con la mayor cantidad de trabajos posibles a un costo no muy alto, cuyas características son: peso ultraligero, mayor precisión en sensores internos, estructura resistente a daños y uso rudo (fibra de carbono), transmisión de video en tiempo real, vuelo automático, amplia distancia de vuelo con un tiempo de 15 minutos (expandible a 45), capacidad de carga de 3 kilogramos de equipo extra, hélices resistentes a daños (fibra de carbono) y grabación aérea en alta definición.
Luis Ángel Pineda Urakami, estudiante de la Facultad de Ciencias de la Computación de la BUAP y fundador de CreaSoft, explicó que con este proyecto se busca que la Institución posea su propio dron, orientado a la creación de mapas de alta precisión en Ciudad Universitaria, grabaciones aéreas de alta definición, trasmisiones en tiempo real desde edificios y envío de libros a la Biblioteca Central, además de otras funciones en investigación y docencia.
Encaminado a ese fin, el grupo de estudiantes estableció contacto con marcas como Drone Project México, considerada la comunidad más grande de drones en el país, especializada en desarrollo de hardware y software y cuya labor es ofrecer cursos de capacitación a toda persona interesada en integrarse a esta tecnología. Gracias a esta comunidad, los miembros del Laboratorio adquirieron, como préstamo, un pequeño dron con el que iniciaron los trabajos de programación.
De igual manera, Pedro Romero Rodríguez, estudiante de la Facultad de Ciencias de la Computación y miembro de CreaSoft, refirió que con el apoyo del Departamento de Vinculación de esa unidad académica adquirieron un pequeño procesador de computadora con tecnología Intel, el cual tiene una capacidad de almacenamiento superior a los procesadores convencionales y que fue adaptado al dron que actualmente poseen.
Aunado a esto, el equipo de estudiantes estableció una alianza con la empresa desarrolladora de videojuegos Code-Game, para crear los primeros motores de realidad aumentada para drones, así como simuladores de vuelo.
Dron Hexacóptero “Esparza 1”
El Dron Hexacóptero “Esparza contará con las mejores unidades de vuelo que actualmente existen y al conectarse con el procesador Intel podría llegar a convertirse en un proyecto único en el país”, afirma Luis Ángel Pineda.
El nombre fue escogido como un homenaje al Rector Alfonso Esparza Ortiz, como un reconocimiento a su apoyo gracias al cual se creó el Laboratorio de Creaciones de Software con un espacio propio, que les ha permitido desarrollar este tipo de tecnologías dentro de la universidad.
Gracias a sus características, la Dirección General de Obras de la BUAP dispondrá de un servicio de mapas de alta precisión (rango de error de dos centímetros) de manera inmediata, lo cual facilitaría la elaboración de planos y proyectos arquitectónicos dentro de la universidad.
“La BUAP podrá contar con un aliado al momento de hacer spots o tomas de imágenes, ya que el dron tendrá la posibilidad de realizar una grabación aérea de alta definición sin la necesidad de rentar otro tipo de maquinarias, considerando que el vehículo sería capaz de adentrarse en un edificio, recorrerlo y salir en una sola toma”, considera Luis Ángel Pineda.
Asimismo, en caso de que llegase a ocurrir una tragedia, como un incendio o un terremoto, que dañe seriamente a uno o varios edificios, las brigadas de rescate contarían con un vehículo aéreo capaz de adentrarse en el inmueble, en la búsqueda de heridos o daños estructurales, así como sobrevolar el área para ofrecer en tiempo real el estado del suceso.
Dentro de la universidad el contar con un “policía en el aire” facilitaría la coordinación de las fuerzas de seguridad internas durante algún evento infortunado minimizando con ello los daños ocurridos en este o inclusive a la consignación de los perpetradores a las autoridades.
Con la llegada de los primeros drones a la BUAP, el Laboratorio buscará solventar el trabajo de investigación y desarrollo de esta tecnología, ofreciendo estos servicios a instituciones externas, así como al gobierno, en beneficio de la sociedad.
“Consideramos que de este modo la inversión inicial será la semilla de una revolución tecnológica dentro de la universidad y del mismo estado. Estamos optando por el futuro, por unidades de software con más potencia: buscamos lo que aún no se ha innovado en este mundo”.