Conforme a las nuevas reformas a la Constitución y la elección popular de Ministros, Magistrados y Jueces de Distrito, los aspirantes a dichos cargos deberán acreditar 5 etapas del procedimiento fijado por la Constitución, para llegar a la elección respectiva.
La primera etapa llamada de elegibilidad, consistió en el registro de los aspirantes ante los 3 comités de evaluación que fueron creados por el Poder Legislativo, Ejecutivo y Judicial, dando a conocer elpasado día 15 de Diciembre, la acreditación de más de 20,000 Abogados.
La segunda etapa, denominada “de idoneidad”, los comités de evaluación van a seleccionar a los candidatos (según ellos) más aptos e idóneos para los puestos solicitados.La calificación de idoneidad se debe dar a conocer a más tardar a finales del mes de enero del presente año 2025.
La tercera etapa, que es propiamente la insaculación, se procederá por medio de una tómbola a seleccionar aquellos candidatos que obtuvieron la suerte de salir favorecidos en el sorteo.
En la cuarta etapa, tanto el Senado de la República, por el voto de las dos terceras partes de sus miembros, así como la Suprema Corte de Justicia de la Nación por el voto de 8 Ministros, seleccionarán a los mejores candidatos que hayan salido del sorteo. A esta etapa se le autonombra “política”.
Finalmente, las listas de los que lleguen a la cuarta etapa, se remitirán al Instituto Nacional Electoral, quien procederá a formar las listas para la votación correspondiente, mediante boletas que contendrán cientos de nombres y los futuros cargos a ocupar.
Por último (quinta etapa), el día primero de junio del presente año 2025, el pueblo mexicano acudirá a las urnas para votar por los candidatos de su preferencia, tanto en los cargos de Ministros de la Corte, Magistrados y Jueces de Distrito.
El Instituto Nacional Electoral ha expresado que no le fue asignado el presupuesto solicitado para la elección, ni tampoco se les dio oportunidad de una prórroga, motivo por el cual las elecciones del próximo primero de junio, no serán las más organizadas ni preparadas por el organismo electoral mexicano y, por el contrario, se espera un gran abstencionismo de los mexicanos para elegir a los impartidores de la justicia federal en México, (siendo esto un fracaso).