La tarde de este domingo 25 de junio, la Biblioteca Vasconcelos fue sede de la proyección de los documentales Un camino de cipreses de Daniel Ochoa y Animal de fantasía de Olivia Portillo Rangel, trabajos que abordan la vida y obra de José Rivera, bailarín, coreógrafo, fundador y director de la compañía La Cebra Danza Gay.
En entrevista, el director Daniel Ochoa detalló que Un camino de cipreses es un videodanza-documental que habla acerca de la colonia Roma y de su proceso de gentrificación.
“La gente que vive ahí empezó a ser desplazada por los nuevos habitantes que cuentan con un mayor poder económico y quienes ponen sus restaurantes, negocios, lo que hace que la gente que vivía ahí no le alcance para comprar y pagar renta, por lo que se siente desplazada. Ya no cree que es su casa y se empieza a mudar”.
El proyecto filmado en 2015 tiene una duración de 10 minutos y muestra la visión poética con la que José Rivera ve, vive y siente la colonia Roma. El público observa danza contemporánea que se fusiona con recorridos emblemáticos por este lugar, todo realizado al mismo tiempo por el bailarín.
“El público observa cómo José vive en su casa y disfruta las fuentes, jardines y espacios de la Roma. Mi trabajo muestra cómo él nos abre las puertas para ver su intimidad, cómo vive el día a día, explora el movimiento y baila en su casa de manera natural, recurrente y no actúa para nada”.
Mientras que la cineasta y guionista Olivia Portillo Rangel reveló que Animal de fantasía es un cortometraje realizado en el 2013. Ofrece un seguimiento al bailarín y coreógrafo José Rivera y muestra su discurso de denuncia, trasgresión, provocación e irreverencia el cual ha mostrado por más de 20 años con su compañía de danza contemporánea La Cebra Danza Gay.
“Es un trabajo que difunde y presenta honestamente todo el esfuerzo que hay tras bambalinas de lo que hace y ha hecho José Rivera y de su propuesta única y original”.
Este proyecto puede verse en https://www.youtube.com/watch?v=MfdIX5pDBJ4 y deja ver, entre otras cosas, cómo Rivera es admirador de mujeres como Frida Kahlo y Chavela Vargas. A pesar de eso tiene una parte misógina ya que no le gusta trabajar con ellas porque no las entiende y no sabe cómo tratarlas.
También se aprecia que el artista es un ícono del movimiento gay, un coleccionista de juguetes y carros a escala, y que adora la fantasía, el color y soñar para sobrevivir “en esta realidad tan cruda que vivimos actualmente”.
Además hace notar su enorme colección de discos de acetatos que en un futuro piensa utilizar en una cafetería que va a poner en la Colonia Roma.
“Yo soy y nací bailarín. Mi cuerpo me duele y está cansado por eso quiero hacer otras cosas y probar porque esta es mi última vida. Mi reto es sentir que voy a morir en escena y por eso en cada función me despido de la danza porque no quiero que mi vida sea eterna en este arte”, dice José Rivera en este documental con duración de 30 minutos.